Esta vez en repudio al manejo irresponsable que se realizo del plan de vacunación y las declaraciones ofensivas del Presidente Fernández en su discurso en México.


Porque creo que la vacunación de privilegio no es una "payasada", muy por el contrario, constituye un delito y un acto inmoral.


El dinero para la compra de las vacunas fue aportado por los ciudadanos por eso es indispensable la transparencia.
Una situación muy grave que incluye incumplimiento de los deberes de funcionario público, tráfico de influencias, abuso de autoridad.