La malnutrición en niñas, niños y adolescentes es un problema mundial serio que supera el impacto mediático.

El término malnutrición involucra a dos grupos con características distintivas:



El de aquellos que padecen «desnutrición» la cual puede ser reciente o crónica, y se caracteriza por una estatura menor a la esperada, peso bajo y carencia de micronutrientes.


Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy. (Gabriela Mistral).



Otro grupo corresponde a quienes presentan sobrepeso u obesidad, en ellos también encontramos generalmente carencia de micronutrientes, enfermedades crónicas no transmisibles de comienzo temprano y peso excesivo para la estatura.




La semana pasada estuve haciendo una valoración de 20 niños y niñas de un merendero en la localidad de Mar del Tuyú, midiendo los parámetros antropométricos y relevando indicadores de riesgo para conocer el perfil nutricional de este grupo. Un trabajo muy enriquecedor con los niños, niñas y sus mamás. 

Las intervenciones tempranas en la población infantil y su familia son la mejor herramienta para prevenir malnutrición y para brindarles la oportunidad de crecer sanos y fuertes.